En prensa, en nuestro entorno, en nuestras casas, en nuestros trabajos vemos y vivimos salidas de empresas, despidos colectivos e individuales, cierres de organizaciones, por motivos distintos, con nombres y casuísticas diversas, pero con una similitud; dejando en las personas una mochila llena de dolor, miedos, desorientación, sentimientos de fracaso, rabia en ocasiones y otros tantos sentimientos y emociones.

Porque un cese en un puesto de trabajo supone, o al menos así se siente, dejar tu empresa, tu desarrollo, tu labor, tus relaciones profesionales y algunas de amistad, tu entorno habitual, parte de tu reconocimiento, el espacio donde has volcado ilusiones y has entregado esfuerzo y compromiso y por el cual seguro que has renunciado, en ocasiones, a oportunidades, familia, amigos, incluso a ti.

El despido y/o el cierre es un continuo, y por ello o por todo lo que implica, cada vez más empresas, entidades e incluso las propias personas solicitan un servicio de recolocación; un acompañamiento profesional para afrontarlo y para optar a nuevas oportunidades de empleo incluso emprendimiento de manera guiada.

Agradecer a Iratxe Bernal periodista y al EL CORREO que hayan contado con Aldalan para participar en este artículo y reflexión de un despedido con ayuda, una salida que aborda los sentimientos, una recolocación profesional y un reto hacia un nueva vida laboral acompañada.

Ver artículo: https://www.elcorreo.com/vivir/despides-ayudas-buscar-trabajo-20231226185941-ntrc.html