Hasta hace muy pocas décadas los colectivos laborales eran muy homogéneos. Hoy en día la empresa actual cree en la diversidad como una fuente que aporta valor a la compañía. La variedad generacional, de culturas, perfiles profesionales, género y capacidades diferentes, contribuye al fomento de una diversidad cultural que se nutre de ideas y perspectivas distintas e innovadoras. En ello reside el éxito empresarial.